La velocidad en un ordenador no se consigue apresurándose, sino manteniendo un movimiento ininterrumpido. En 2025 ya dispondrás de las herramientas necesarias: un pequeño conjunto de atajos que funcionan en casi todas las aplicaciones, en todas las plataformas y en cualquier momento del día. El truco consiste en convertir esos gestos en tu configuración predeterminada para que tus manos dejen de alejarse del teclado. Hazlo y la edición te resultará tan fácil como conducir por raíles, las pestañas dejarán de multiplicarse y los archivos aparecerán exactamente donde querías, sin que el puntero toque la pantalla.
Un lanzador para iniciar todo

Haz que tu primer reflejo sea un solo movimiento para «abrir cualquier cosa». Activa el lanzador del sistema con un solo gesto (Comando + Espacio en macOS o la tecla Windows en Windows) y escribe la aplicación, el archivo o la configuración que desees. Trátalo como una memoria muscular en lugar de un caso especial. Cuando pienses en «correo», pulsa el lanzador, escribe dos letras y pulsa Intro. Cuando tengas un documento en mente, haz lo mismo. Si una configuración está oculta en tres menús, sigue empezando por el mismo sitio. Como esto funciona desde cualquier lugar, dejarás de buscar en los docks y barras de tareas y podrás concentrarte en el trabajo.
Navegación de texto que se siente universal
La edición se vuelve muy fácil cuando te mueves por palabras y líneas, en lugar de caracteres. Salta palabra por palabra con Opción + Flecha en macOS o Ctrl + Flecha en Windows y Linux. Salta al principio o al final de una línea con Comando + Izquierda/Derecha en macOS o Inicio/Fin en Windows; ve al principio o al final del documento con Comando + Arriba/Abajo en macOS o Ctrl + Inicio/Fin en Windows. Añade Mayús a cualquiera de estas combinaciones para seleccionar sobre la marcha y, a continuación, borra o sobrescribe sin tener que volver a colocar el cursor. Elimine la última palabra que haya escrito con Opción+Retroceso en macOS o Ctrl+Retroceso en Windows y Linux; elimine la siguiente palabra con Opción+Suprimir o Ctrl+Suprimir. Combine estas teclas con la búsqueda instantánea (Comando+F o Ctrl+F) para saltar a una frase, y utilice Intro para avanzar o Mayús+Intro para retroceder. Cuando edite así durante un día, su prosa fluirá porque la mecánica desaparecerá.
Pestañas y ventanas sin desvíos
Cambia de aplicación con Comando+Tab en macOS o Alt+Tab en Windows, pero ve un nivel más allá y cambia de ventana dentro de la misma aplicación con Comando+ en macOS o Alt+ en Windows si tu diseño lo admite. Muévete por las pestañas de los navegadores, editores y terminales con Control+Tab y Control+Shift+Tab, o salta directamente a una pestaña numerada con Comando+1–9 en macOS o Ctrl+1–9 en Windows y Linux. Vuelve a abrir la pestaña que acabas de cerrar con Comando+Shift+T o Ctrl+Shift+T; te ahorra tener que rebuscar en el historial cuando cierras una pestaña demasiado pronto. Cuando necesites colocar dos ventanas una al lado de la otra, utiliza Windows+teclas de flecha en Windows; en macOS, mantén pulsada la tecla Opción mientras pasas el cursor por el botón verde de zoom para colocar la ventana a la izquierda o a la derecha, y luego ajusta el tamaño con el teclado en el gestor de ventanas que prefieras. La clave no está en memorizar cientos de combinaciones, sino en utilizar una docena que te permitan cambiar la vista sin mover las manos de la fila central del teclado.
Busca y abre cualquier cosa en un proyecto
En los editores, el comando más rápido es el que abre los archivos por nombre. Utiliza Comando+P o Ctrl+P para abrir «apertura rápida», escribe unas pocas letras de la ruta y pulsa Intro. Busca en los archivos con Comando+Mayús+F o Ctrl+Mayús+F y, a continuación, desplázate por los resultados con Intro y Mayús+Intro. Cambia el nombre de un símbolo, encabezado o componente con la función de renombrar en línea del editor, que suele estar asignada cerca de F2, para que las referencias se actualicen sin tener que buscarlas. Cuando necesites refactorizar texto en todas partes, utiliza el panel de sustitución con cuidado (Comando + Opción + F en macOS o Ctrl + H en Windows) y revisa cada cambio. Dado que estos gestos son los mismos en la mayoría de los editores modernos, puedes cambiar de herramienta sin tener que volver a aprender el mapa.
Movimientos de archivos, capturas de pantalla y pequeños retoques
Renombrar y mover archivos es más rápido desde el teclado que desde cualquier menú contextual. Presiona Return en macOS o F2 en Windows para renombrar en el lugar, luego Tab para pasar al siguiente archivo sin tocar el mouse. Copia la ruta de un archivo con un modificador (Option+Command+C en muchas aplicaciones de macOS o Shift+clic derecho y luego «Copiar como ruta» en Windows) para poder pegarla en un terminal o mensaje. Para capturas de pantalla de una región, ve directamente a la herramienta de selección con Comando+Mayús+4 en macOS o Windows+Mayús+S en Windows, y luego pégala directamente donde la necesites; así evitarás guardar archivos innecesarios que solo borrarás más tarde. Cuando estés manejando referencias, utiliza el historial del portapapeles (Comando+Mayús+V en muchos lanzadores de macOS o Windows+V en Windows) para pegar desde tus últimas copias sin tener que ir y venir.
Cómo hacerlo esta semana

Elige tres atajos al día y utilízalos sin descanso: hoy, el lanzador, los saltos de palabra y el ciclo de pestañas; mañana, los saltos de línea, el cambiador de ventanas y la apertura rápida. Pega una pequeña tira con los atajos cerca de la pantalla durante una semana. Cada vez que notes que tu mano se dirige al ratón para hacer clic y navegar, detente y utiliza la versión del teclado. Para el viernes, esos movimientos te resultarán naturales, y tu navegador, editor y gestor de archivos se comportarán como una sola aplicación. A partir de ahí, puedes añadir mejoras (ajustar ventanas, historial del portapapeles o sustitución en todo el proyecto), pero lo esencial ya te estará ahorrando minutos cada hora.
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